¿Lista para el Covid-25?

Hoy conocí a la señora empresaria a la que se murió su hijo. Me contactó para tener una reunión y proponerme que participe en su proyecto como una especie de asesor para la parte filosófica o estratégica del asunto a lo que obviamente accedí y para lo cual me citó en su casa esa enorme donde también está el lago donde se infectó su hijo, todo por el reportaje sobre el bien común que publiqué junto a la periodista que se parece a mi profesora favorita de la universidad y quien efectivamente me prestó su libro después de terminarlo con la promesa de devolverlo junto con una larga charla para comentarlo.

Ahí estaba esperándola en una de las tantas salas que tiene su casa, mucho silencio, poca actividad y algo de abandono, como que los buenos y alegres tiempos quedaron en el pasado.


- ¡Maestro!, qué gusto tenerle aquí, tenía muchas ganas de conocerle, ese reportaje que publicó me cambió la vida, le agradezco enormemente que lo haya hecho.

- Señora, es usted muy amable y mucho gusto también en conocerle, la verdad es que mi vida ha sido una montaña rusa de unos meses para acá desde que empezamos ese reportaje, jamás me imaginé que me hubiera traído hasta aquí con nada menos que la líder del paro mundial.

- Gracias maestro pero no me importaría cambiarlo todo por la vida de mi hijo.

- Perdóneme, que tonto, yo tengo dos hijos y entiendo perfectamente su dolor, discúlpeme por favor.

- No se preocupe, estoy aprendiendo a vivir así aceptando que este dolor nunca se irá y quizá suene raro o cruel pero mi hijo está siendo el mejor maestro de vida con su muerte, ironías del universo. Para mi las cosas también han ido muy rápido. Desde que mi esposo y yo comprendimos que teníamos el poder de cambiar las cosas, no lo dudamos, fue como una revelación mística o un mazazo en la cabeza… ¡Boom! Nuestro dolor fue el combustible inicial de todo esto, con el paso de los días se agregó la ilusión de darle un mejor futuro a todos los niñas y niños del mundo y ahora también la certeza de hacer lo correcto en armonía con la Madre Tierra.

- “Lo correcto…”, ¿qué es lo correcto señora, según quién y bajo qué condiciones?

- Por eso está usted aquí profesor, para ayudarme a convencer a toda la humanidad de que la iniciativa “El acuerdo de los Doce” es lo correcto.

- Todavía no acepto señora.

- Pero lo hará porque sabe que es en beneficio de todos y del planeta. Verá, después de la muerte de mi hijo me aislé por completo y tuve mucho tiempo para pensar y sentir mi duelo. En algún punto empecé a serenarme, quizá imaginando que mi hijo me observaba y lloraba junto a mi tratando de explicarme que estaba bien, que había cumplido su propósito en esta vida. Cambié el “por qué me pasaba esto a mi” por un “para qué” tratando de darle sentido a mi desgracia. De pronto me di cuenta de que mi peor pesadilla se había hecho realidad: perder a mi hijo. Listo, ya estaba en el fondo del agujero más obscuro, apestoso, triste y frío que pudiera existir para mi. Sentía la presencia de mi hijo como pidiéndome que lo dejara ir, que ya nos encontraremos en otra vida, que yo tenía que seguir porque todavía no terminaba mi tarea y que mientras más pronto lo hiciera mejor. El universo tiene maneras muy duras de indicarnos el camino y aún así podemos no verlo o decidir no seguirlo. Nos la pasamos temiendo morir, evadiendo el dolor, la oscuridad y el caos, creyendo que es lo peor que nos puede pasar, etiquetando todo como “bueno” o “malo” sin ver los matices y la relatividad de las cosas, no encontramos nuestros propósitos y vivimos desconectados de los demás, de la naturaleza, del universo…, estamos aquí y ahora para sanar algo, para terminar tareas inconclusas de otras vidas pero si no lo logramos no se preocupe, regresaremos tantas veces como sea necesario hasta que lo cumplamos. Todo lo que cada quien está viviendo es necesario, es su camino de aprendizaje y algo muy personal aunque nos resulte incomprensible a los demás. ¿Usted ya se está haciendo estas preguntas?, quiere decir que ya está en el camino. Usted es un alma viviendo vidas humanas y lo hará tantas veces como sea necesario hasta lograr su objetivo.

- ¡Cómo en el libro!

-¿Qué libro?

- Un libro que me prestaron y que si quiere luego se lo paso, creo que le va a gustar. Perdón por interrumpirla, está muy interesante lo que me estaba diciendo.

- No se preocupe, de hecho me estoy desviando del tema y además estoy acaparando la plática. Cuénteme un poco de usted ¿cómo está su familia?

- Muchas gracias por preguntar, mi esposa y mis hijos bien, sintiendo que ya estamos saliendo de esta pandemia y adaptándonos a la tan mentada nueva realidad pero siempre con cierta incertidumbre que no nos deja tranquilos.

- Es curioso, nunca hemos tenido el control de casi nada pero nos encanta esa idea o la ilusión. Por ejemplo, ayer estuve con una amiga que me platicaba sobre un nuevo negocio que va a iniciar, quería mi consejo y mientras la escuchaba parecía que la pandemia no había pasado para ella. Cuando terminó de explicarme pidió mi opinión y lo primero que vino a mi mente fue esta pregunta: “¿estás lista para el Covid-25?” La pregunta me salió con tanta naturalidad que hasta yo me sorprendí, pero mi intención no era espantarla, además no tengo una bola de cristal para predecir el futuro, la pregunta buscaba hacerla reflexionar sobre tantas cosas pero en primer lugar sobre lo poco preparada que estaba para una posible futura pandemia ya sea la viruela del mono, la fiebre de conejo o el herpes de elefante. Le decía que con todo lo que ya pasamos pensara que, por ejemplo, todos los contratos deberían incluir cláusulas pandémicas, ya sean de arrendamiento, laborales, ventas o de servicios. Con su contrato de renta, que estaba por firmar, entendió el punto porque no incluía ninguna cláusula por si se repetían las medidas impuestas por el gobierno, de cierre total básicamente.

- ¿Y eso que tiene que ver con la ilusión de control?

- Que por esta obsesión de control tan humana hemos inventado frases como “lo que no se mide no se puede controlar” que nos han hecho tanto daño. Mas bien, hemos creado la ilusión de control y por eso, si dividimos el día en horas o el año en meses creemos que controlamos el tiempo. Nos hemos llenado de burocracia, trámites, formatos, metas, papeleo, sistemas y olvidamos de que la vida realmente es muy sencilla. Anulamos o pasamos por encima de la naturaleza para imponer lo nuestro, lo hacemos con todo: la comida, la salud, el tiempo, la tierra. Hemos creado un estilo de vida tan cómodo para nosotros que cambiarlo no será fácil, es mucho más sencillo ir al súper que producir nuestra propia comida, por ejemplo. Y es absurdo porque en la naturaleza ya está todo resuelto, no sé si perfecto pero mucho mejor que nuestras propuestas, piense en la contaminación del aire y todas esas personas tan creativas que están diseñando máquinas que absorben el exceso de dióxido de carbono y lo transforman en oxígeno, pero resulta que eso ya lo hacen las plantas desde hace millones de años, ¿entonces porque no mejor sembrar árboles, recuperar las selvas y los bosques al mismo tiempo que paramos la deforestación? La naturaleza debería ser nuestra maestra, nuestra guía, no deberíamos suplirla porque después vienen los problemas, nos quedamos desprotegidos y más dependientes ahora de lo externo, de lo artificial. Maestro, se supone que somos la generación iba a cambiar el mundo, bueno, si lo hicimos pero mal, ahora ya no se trata de cambiar el mundo sino de recuperarlo. Esta idea de cambiar el mundo o hacer un mundo mejor le ha hecho mucho daño al planeta. En fin, me da gusto que su familia esté bien.

- ¿Ahora me va a decir que el calentamiento global tampoco es real?

- Claro que es real pero no como lo estamos planteando. Dudo mucho que nosotros seamos los causantes del calentamiento global porque ya se ha probado que este planeta se calienta y se enfría de manera cíclica desde hace millones de años con o sin nosotros obviamente. El impacto que hemos causado en la Tierra lo único que está acelerando es nuestra extinción, como le decía al principio, nuestra especie no puede sobrevivir sin agua, aire y tierra sanas. Ojalá pudiéramos retroceder el tiempo al siglo XVIII, un poco antes de la Revolución Industrial, para tomar mejores decisiones. ¿Pero cómo saber lo que iba a pasar?

- Me recordó ese video que se hizo viral hace poco de un personaje llamado “Neurasté” ¿lo llegó a ver?

- No, no me suena.

- Ahorita se lo pongo…, deje lo encuentro…, ¡aquí está!

- “Nos vamos a ir al carajo en nuestra camioneta último modelo, tomándonos una selfie, después de ir por nuestro café al Starbucks, nuestra torta de cochinita y una Caca-cola, ¡al carajo! Dejémonos de pendejadas y sembremos árboles, un chingo de árboles, pero claro, sin cortar lo que ya están, no seamos tarugos. ¿Creen que con separar la basura, cambiar los focos, dejar de comer carne un día y hacer composta las cosas se van arreglar? ¡No! Qué bonito pero no es suficiente, ya no tenemos tiempo y urgen cambios estructurales, cambios chingones, de muchos huevos y ovarios, de otro modo que vayan llamando al payaso, ¡qué digo payaso!, ¡a todo el pinche circo!, porque lo que va a faltar son manos para que nos carguen a todos directito y sin escalas a la chingada”.

- ¡Ja!, no puedo estar más de acuerdo Maestro, quizá si hace 50 años todos en el planeta hubiéramos empezado a hacer estas cosas hoy estaríamos mucho mejor, pero esos pequeños cambios tienen impacto a largo plazo y eso suponiendo que la mayoría de las personas nos uniéramos. Hoy se necesitan acciones más rápidas, contundentes y de alto impacto, algo que sólo podemos hacer los empresarios o los gobiernos, pero más nosotros los empresarios y los grandes, los que controlamos la economía y hasta a los gobiernos. Por eso paramos todo, para un rediseño completito o, parafraseando al Sr. Neurasté, un cambio chingón.

- Pero señora ¿no cree que lo que están tratando de hacer es un poco drástico e idealista?

- Mire maestro, si todos tuviéramos como prioridad que nuestra supervivencia depende de contar con aire, agua y tierra sanas y fértiles las cosas serían bien diferentes. Ante cualquier idea, proyecto o ley la primera pregunta sería: ¿aporta o ayuda a mantener o aumentar nuestras reservas de aire, agua y tierra sanas y fértiles?, para rechazar cualquiera que la respuesta sea ambigua o negativa. Simple. Estamos atrapados en nuestra propia paradoja, hemos creado una realidad alterna indiferente pero completamente dependiente a la naturaleza, todo nuestro modelo de vida depende de esa realidad artificial, salir de ella es tan catastrófico como mantenerla. Tome por ejemplo a todas empresas que fabrican cosas prescindibles o no esenciales ¿Cuántos empleos generan? ¿Qué tanto aportan al PIB de cada país? ¿Cómo sustituimos eso? Claro que es posible, pero es una tarea gigantesca que requiere invertir todo nuestro tiempo, dinero y trabajo ya, ahorita o más bien ayer. No tenemos tiempo. Por eso estamos empleando toda la riqueza que hemos creado, artificial también, para ganar tiempo mientras arreglamos el monumental cagadero que hemos creado. Perdón por la palabra.

- Pero señora ¿no cree que esto vaya en contra de la libertad y la democracia que tanto trabajo nos ha costado edificar y sostener? Nada más de imaginar que, en nombre del bien común, haya un supragobierno mundial dirigido por unos cuantos me da mucho miedo.

- Como le dije antes, si la libertad, la democracia y el capitalismo nos dan aire, agua y suelos limpios entonces son útiles, si no pues no sirven de mucho. Comparto su miedo Maestro pero la libertad y la democracia son parte de esa realidad alterna creada por los humanos que nada tiene que ver con la Madre Tierra donde todo tiene un equilibrio que podría darle más miedo que un supragobierno. Aunque cada vez confío más en la resiliencia de la naturaleza. El planeta tiene todo el tiempo para recuperarse, puede esperar que nos vayamos y tomarse cientos, miles o hasta millones de años para hacerlo, nosotros no, no duraríamos ni un mes si nos faltara agua, aire o comida. Una de mis teorías es que las especies se están escondiendo de nosotros, no sé si en el fondo del mar o en el subsuelo, pero en lugares inaccesibles, a la espera de nuestra ausencia. Incluso la vegetación, como los grandes árboles, me parece que está en refugios temporales para protegerse y preservar sus especies. Espero que así sea y no tendría nada de democrático por cierto, sería por su sobrevivencia, por el bien de la biodiversidad.

- ¿Y entonces porque hace todo esto, si cree que el planeta se recuperará solo?

- Por algo como una ética ecológica, el mundo estaba mucho mejor sin nosotros o cuando vivíamos de otra manera, debemos tener la decencia de regresarlo a ese estado, ya si no da tiempo de disfrutarlo es otra cosa, además, pienso que el primer gran aprendizaje es la adaptación, de nosotros a la naturaleza no al revés, creo que somos lo bastante inteligentes para lograrlo, a pesar de glaciaciones o calentamientos globales, si entendemos que debemos enfocarnos en diseñar un modo de vida que se adapte a los cambios naturales del planeta entonces tendremos mayores probabilidades de sobrevivir y alargar nuestra presencia en este planeta y quién sabe, quizá hasta en otros. También por congruencia con las otras especies que siguen haciendo lo suyo todos los días, los árboles por ejemplo, que siguen limpiando el aire, floreando y dando frutos sin importar que los cortemos o mutilemos o aislemos, ellos tienen un propósito y lo cumplen hasta su último aliento de vida. Piense en el agua y la tensión que hay por las sequías en unas zonas y el exceso en otras, ya se estaba hablando de la guerra del agua y de invadir lugares como la Península de Yucatán por sus grandes reservas.

- ¿Y su solución es el Acuerdo de los 12?

- De momento sí, es nuestro punto de partida y creemos que es lo correcto porque lo primero que estamos haciendo es detener todo, hacer una pausa y eso ya es bastante ¿no cree?

- Sí claro, es enorme y de consecuencias desconocidas porque nunca ha pasado, al menos voluntariamente. Pero como usted ya dijo, cambiar nuestro estilo de vida y suspender nuestras comodidades o privilegios como especie dominante será una labor más complicada y supongo que parte del reto será convencer a todas las personas del mundo que es por su bien.

- Es correcto y aún entre nosotros los empresarios hay dudas y jaloneos, se supone que nadie quiere caos o anarquía pero no sé, deberíamos apelar a un propósito más allá de nuestros intereses personales o de corto plazo, yo misma pienso que no existe la empresa perfecta, que esa es otra ilusión en la que invertimos años y vidas y nunca logramos, que de hecho somos las causantes y cómplices de este desastre, que no podemos ofrecerle a las nuevas generaciones garantías de un futuro si no sabemos si habrá planeta en 50 años o si no podemos ofrecerles un sueldo que les permita cumplir sus metas, pero venimos de una inercia muy fuerte y arraigada que por momentos temo que no lo lograremos. Por el momento contamos con el apoyo de los gobiernos, sus ejércitos y sus policías pero quiero evitar siquiera la mínima idea de levantamientos sociales.

- ¿Estarían en su derecho no cree?

- Sí, desde nuestra perspectiva democrática y capitalista, pero no desde la mirada de la biodiversidad. Imáginese que los árboles hicieran los mismo, que por ejemplo se vayan a huelga de oxígeno porque ahora quieren volar o que quieran vacaciones o reducir sus horas laborales o que nos cobren por los frutos que producen ¿de locos no?

- Visto así tiene sentido.

- Es que no hay de otra Maestro, o salimos todos juntos de esto o no salimos y entonces si como dice el Sr. Neurasté, que llamen al payaso. Todo este cambio debe hacer de forma pacífica, dolorosa quizá pero pacífica. Ahora, tampoco es que tengamos a todos en contra o a favor, quiero pensar que estamos divididos a la mitad con sus matices intermedios, entonces la cosa es ¿cómo le hacemos para convencer a la otra mitad de que se sumen y de que es lo correcto?

- ¿Cómo le hacemos?

- No sé, yo sólo soy la mamá del niño muerto y la empresaria más poderosa del planeta que quiere convertir a la humanidad es una enorme comunidad agroecológica y reconectarla con la naturaleza cambiando el sistema con el objetivo de volver a tener agua, aire y suelo limpios para los humanos y todas la especies de la Tierra, lo demás se lo dejo a usted.

- ¡Menuda tarea me toca! ¿Alguna idea debe tener no?

- Bueno si, más que ideas son iniciativas que forman parte del Acuerdo, por ejemplo, sustituimos todos los eventos deportivos por otros para encauzar toda esa sinergía ya creada, estamos organizando por ejemplo las primeras Olimpiadas de Reforestación en coordinación con el Comité Olímpico Internacional o el Campeonato Mundial de Limpieza de Océanos organizado por la Fórmula Uno y teniendo a Sebastian Vettel como líder. Otra noticia que daremos la semana que entra es que la Sra. Vandana Shiva será la primera Directora de Alimentación Mundial, es decir, adiós a Monsanto o Unilever o Dupont, tremendo problema porque son amigos míos y además tengo mucho dinero invertido ahí pero admitimos que son empresas que han hecho mucho daño al planeta y es parte de la catarsis. Me gusta la idea de una pirámide de Maslow sostenible, enfocándonos en el primer nivel y satisfacer esas primeras necesidades pero de manera sustentable, ya con eso las cosas serán muy diferentes.

- Esto es muy interesante y crucial, el hecho de que ustedes sean los primeros en sacrificar su estilo de vida, sus privilegios y sus fortunas por el bien común, yo creo que esto debe ser parte del discurso, es una prueba irrefutable de que van en serio, acercar los extremos en un punto intermedio para unir esfuerzos, aunque surgen más temores, ya se probó que el socialismo tampoco funciona.

- Maestro, lo primero que tenemos que entender y aceptar es que aquí quien manda es la Madre Tierra, ella es la jefa de jefas pero una con una generosidad tan grande como su imparcialidad, que, desde nuestra perspectiva antropocéntrica puede ser muy cruel. Entonces esto va más allá de ideologías o modelos económicos porque tenemos que regresarle el mando a la naturaleza y encontrar nuestro papel en este juego, uno que aporte y no reste. Entiendo su punto sobre el socialismo y el conformismo que provoca pero recuerde que actualmente nuestras prioridades están alienadas a un modelo capitalista individualista depredador y generador de desechos, por eso tenemos que empezar por cambiarlas, como ya le dije antes por aire, agua y tierra sanas y tome en cuenta que en la naturaleza no hay espacio para holgazanes.

- Ay señora, ya no sé si esto que quieren hacer me suena a una secta o a una dictadura.

- Por eso lo necesitamos Maestro, para que nos ayude a explicar lo que estamos haciendo y para empezar a cambiar la mentalidad de la humanidad, dejar de vernos como amos del planeta y más como hijas e hijos de la Madre Tierra.

- ¿Y eso está bien, eso debemos hacer?

- No lo sé, pero hacia donde íbamos tampoco estaba bien, era evidente. Por eso la pausa.


Suena el teléfono de la señora, es un mensaje de texto, lo lee y se levanta.

- Maestro me tengo que ir, tengo una reunión con las directivas de la FIFA y los Premio Nóbel porque tienen algunas ideas para trabajar juntos que quieren compartir conmigo, y anímese, estoy segura que encontrará la forma de ayudarnos.

- No he aceptado todavía.

- Es cierto, entonces le hago la pregunta: ¿acepta colaborar con nosotros?

- Señora, suponiendo que la mitad de la humanidad está de acuerdo con este cambio ¿cómo se le hace para convencer a la otra mitad, es decir, 4 mil millones de personas?

- Estoy segura de que encontrará la manera.

- ¿Y si no la encuentro?

- Tiene que Maestro, si no…, bueno, ni siquiera lo he pensado y usted tampoco debería, enfóquese en la solución aunque yo sé que se siente al borde de un precipicio…

- Rodeado de fuego y sobre un río lleno de cocodrilos hambrientos…

- Si de algo le sirve piense en mi hijo y en los suyos, imagine todo lo que perderían si no logramos resolver esto.

Ahí ya me quedé sin palabras.

- Maestro, su silencio lo voy a tomar como un si, tiene mi apoyo para todo lo que necesite, no dude en llamarme, estaré muy pendiente de usted pero no se tarde, ese fuego que imaginó se está extendiendo y a los cocodrilos les están saliendo alas.


. . . . . . .



Este escrito forma parte de una historia que se está creando sobre la marcha, los demás escritos los puedes leer en los siguientes vínculos si quieres entender mejor la trama completa:

01 / “Nunca se supo”

02 / “Dos para llevar”

03 / “La luna no existe”

04 / “El bien común”

05 / “¿Lista para el Covid-25?”

06 / "Que regresen los árboles"